Pídeles su ayuda, El momento que nos ha tocado vivir no es nada fácil. Casi todos estamos mal. Casi todos tenemos problemas. Nuestra salud renquea con diversos achaques. La relación de pareja es cada día más difícil, el trabajo más problemático y el futuro cada vez más incierto. Además, el dinero escasea.
Algunas veces, las dificultades pueden agobiarnos hasta el punto de hacernos perder el gusto por la vida. Tal era mi situación cuando fui consciente de los ángeles por primera vez. No deseaba vivir más. Sabía que nadie de fuera podría ayudarme y sabía también que carecía de las fuerzas necesarias para salir del hoyo por mí mismo. Entonces, por casualidad, descubrí un método de autoayuda que no era tal, pero que funcionó de una manera milagrosa. Hizo que mi vida diera un vuelco de 180 grados y que las oscuras nubes que ensombrecían mi horizonte se fueran despejando, hasta que muy pronto, brilló de nuevo el sol. Y brilló con más fuerza de la que nunca antes tuviera. El método fue muy simple, el esfuerzo mínimo – no estaba yo entonces para grandes esfuerzos – y el resultado, increíble.
Tomé conciencia de los ángeles del modo más casual. En un principio no creí mucho en ellos, pero tampoco fui totalmente escéptico. Supe que podemos pedir su ayuda y decidí ponerlos a prueba. Este fue el principio de una relación maravillosa que perdurará para siempre y que todos, absolutamente todos podemos iniciar cuando lo deseemos.
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