lunes, 24 de mayo de 2010

Frankentein.- Mary Shelley

Frankenstein, El moderno Prometeo, por el héroe que hizo a los hombres independientes de los dioses por otorgarles el fuego y las habilidades de supervivencia, también ofrecía algo nuevo. Su historia era un vaticinio, científico en su moral y en su visión social de las causas y efectos del malogrado experimento de Víctor Frankenstein. El doctor Frankenstein es un estudiante de ciencia obsesionado con las teorías alquímicas, teorías rechazadas por los científicos de la época. Mezclando vieja ciencia con nueva y con teorías generalmente aceptadas en electricidad galvánica y con ideas evolucionarias; construye un cuerpo compuesto de hombres muertos y hace de él una entidad con vida. Frankenstein es el primer hombre que juega a ser dios en la ciencia ficción y al igual que los dioses desaprobaron las acciones de Prometeo, él abandona su trabajo. Crea vida por la satisfacción del logro, pero es entonces cuando se da cuenta de que no puede controlar la vida, ni, tiene planes acerca de cómo cuidar a su creación. En su deseo de buscar la belleza del ser, se encuentra con la horrible realidad de la criatura; y lo destruye sin mediar palabra. Sin embargo, la criatura sobrevive; sola, odiada, y rechazada por todos los que ven únicamente su fealdad. Aprende por prueba y error como hicimos nosotros. Vive en glaciares gélidos y más tarde en los hielos flotantes del Ártico; una vuelta al Neanderthal en la edad de hielo. Con conocimiento adquirido, desarrolla rabia, pasión y deseo de venganza. Encuentra a su creador, y mata a miembros de su familia. Frankenstein, incapaz de aceptar la responsabilidad absoluta de las acciones que resultan de su inmaduro juego a ser Dios, es reducido a la miseria y al sufrimiento. Su futuro se presenta tan maldito como el de su creación.

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