domingo, 20 de junio de 2010

Reposeido

No me llames demonio. Yo prefiero el término Ángel Caído.
Todo el mundo merece unas vacaciones, ¿cierto? Especialmente si tú tienes un trabajo sin sentido como atormentar a los condenados, así que ¿Quién podría culparme por volarme mis obligaciones y tomarme un pequeño, desautorizado descanso?
Además, yo siempre quise ver como es la existencia física. Por eso yo “tome prestado” el cuerpo ligeramente utilizado de un adolecente holgazán. Créeme, el no iba a usarlo más de todos modos.
Yo nunca entendí por que los humanos hacen las cosas que hacen. Como pecar– si es tan terrible, ¿Por qué ellos siguen haciéndolo?
¡Me voy a divertir muchísimo averiguándolo!

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