“Debéis recordar que tengo a mi disposición ante cualquier demanda interna todos los conocimientos y maestrías conocidos en nuestra historia. Esta es la reserva de energía a la que recurro cuando adopto la mentalidad de la guerra. Quien no haya escuchado los gemebundos gritos de los heridos y los agonizantes, no sabe nada de la guerra. Yo he escuchado esos gritos en tal número que me obsesionan. He gritado yo mismo por las consecuencias de la batalla. He sufrido heridas en todas las épocas, heridas causadas por puños y garrotes, por pedradas, heridas inflingidas por granadas de mano y espadas de bronce, por mazas y cañones, por flechas, pistolas láser, y por el silencioso ahogo del polvo atómico, por las invasiones biológicas que ennegrecen la lengua y anegan los pulmones, por el veloz lametazo de las llamas y la callada acción de los venenos lentos.. ¡Y otras muchas más que no enumero! Todas las he visto y todas las he sentido en carne propia. A cuantos osan preguntar por qué me comporto del modo que lo hago, les respondo: con los recuerdos que tengo no puedo hacer otra cosa. No soy cobarde, y en otro tiempo fui humano.”
Palabras de Leto II, extraídas de sus Diarios Robados.
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